
Gran Canaria no solo enamora por su clima, sus playas o su gente, también lo hace por su vegetación. Y si hay una planta que forma parte del alma del paisaje isleño, esa es la palmera. Están por todas partes: en jardines, plazas, fincas, barrancos… y cada una con su propio encanto.
Hoy te contamos cuáles son las palmeras que más se ven por aquí, tanto las que han estado siempre como otras que han llegado para quedarse.
Palmera canaria: nuestra joya local
La Phoenix canariensis es autóctona de las Islas Canarias y todo un símbolo natural. Con su tronco ancho y sus grandes hojas en forma de pluma, impone presencia allá donde esté. La encontrarás en parques, rotondas, caminos rurales… incluso creciendo de forma silvestre en algunas zonas.
Además, está protegida por su valor ecológico y cultural. Es parte de nuestra identidad.

Palmera datilera: prima del desierto
Se parece a la canaria, pero su tronco es más fino y alto. La Phoenix dactylifera viene del norte de África y Oriente Medio, y aunque en Gran Canaria no da tantos dátiles como en sus tierras de origen, se ha convertido en una palmera muy común por su porte elegante.

Washingtonia: la más alta del paseo
Probablemente la hayas visto en largas filas en las avenidas o paseos marítimos. Las Washingtonias, tanto la robusta como la filifera, vienen de América y se reconocen enseguida por su tronco delgado y su altura, que puede ser impresionante.

Palmito: pequeño pero resistente
El Chamaerops humilis es originario del Mediterráneo. No crece mucho, suele tener varios troncos y aguanta muy bien la sequía. Aunque no es nativo de Canarias, se adapta muy bien y se ve a menudo en jardines más secos o de bajo mantenimiento.

Palmera real: elegancia caribeña
La Roystonea regia llega desde el Caribe y se ha ganado un hueco en algunos jardines y espacios públicos de la isla. Es alta, esbelta y con un tronco suave que llama la atención. No es tan habitual como otras, pero cuando aparece, no pasa desapercibida.

Cocotero: la rareza tropical
Aunque muchos asocian las palmeras a los cocos, lo cierto es que el Cocos nucifera no es fácil de ver en Gran Canaria. Necesita más humedad y temperaturas más altas. Aun así, en alguna zona resguardada puede que te cruces con uno, aunque más por curiosidad que por producción.

Un consejo para curiosos
Si quieres ver muchas de estas palmeras reunidas, date una vuelta por el Jardín Botánico Viera y Clavijo, en Tafira. Es uno de los espacios verdes más bonitos de Canarias y un plan perfecto para una mañana tranquila.
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